LA PAZ.- La aprobación de la primera ley de autonomías puso a Bolivia al borde de una nueva ola de protestas regionales, después que líderes conservadores de la oposición anunciaron ayer que bloquearán la aplicación de la norma impulsada por el presidente izquierdista Evo Morales.
La ley fue sancionada el sábado por la Asamblea Plurinacional, de mayoría oficialista, tras una semana de acalorados debates. Evo la promulgará hoy, para completar un paquete de cinco normas de aplicación de una nueva Constitución.
Así quedaría cerrado el primer ciclo de transformaciones institucionales emprendido por Morales, que comenzó con la aprobación de una Constitución indigenista y socialista a principios de 2009 y prosiguió con reformas radicales de los poderes legislativo, judicial y electoral en meses recientes.
"Bolivia está ante un verdadero hito histórico del proceso autonómico. No es un acuerdo pleno pero vamos en el camino correcto", dijo el ministro de Autonomías, Carlos Romero, redactor principal del proyecto aprobado a pesar de una prevista resistencia derechista.
La oposición, que introdujo pequeños cambios, expresó molestia porque la ley incluye disposiciones polémicas como la suspensión de gobernadores o de alcaldes con la simple acusación formal de un fiscal, sin necesidad de sentencia.
Los primeros amenazados son los gobernadores opositores Rubén Costas del rico distrito de Santa Cruz, y Mario Cossío del departamento gasífero de Tarija, quienes enfrentan investigaciones judiciales por presunta corrupción.
"El Gobierno quiere ganar con suspensiones judiciales lo que no pudo lograr en las urnas: sacar de sus cargos a los gobernadores opositores", denunció la titular del Comité Cívico de Tarija, Patricia Galarza. "Por eso comenzamos a coordinar acciones de resistencia, sin descartar ninguna medida extrema", agregó. (Reuters)